Desde este punto mirando  hacia el río, se divisa el Ebro, hasta el que usted visitante puede llegar dando un agradable paseo entre viñedos que le permitirá contemplar según la estación del año las distintas fases de crecimiento de la vid. A toda esta zona la llamamos "El regadío" y en ella se pueden observar las ruinas de un antiguo molino que fue propiedad de Mª Esperanza de García y Fonseca y su marido el Marqués de Monasterio.

 A este lugar a la orilla del Ebro, venían antiguamente los pastores con sus rebaños  y se cree  que el nombre de Cenicero tiene  su origen en estas cenizas que los pastores dejaban al abandonar el lugar.  Actualmente se ha construido un embarcadero y durante el verano  es posible dar paseos en barca.